Recientemente se ha celebrado en Barcelona el V Congreso Internacional de Educación Física, aparte de las críticas que ha recibido la organización del mismo, me ha llamado la atención que se esté hablando de la “crisis” de la Educación Física.
Ciertamente, si pensamos en que se están reduciendo los horarios del área, no sólo en España, sino en algunos países latinoamericanos, o bien se extrapola al horario extraescolar, como sucede en algunos países europeos, o se elimina como especialidad en la formación universitaria del magisterio, debemos intuir que el área está en crisis.
Es curioso que de esta crisis se esté hablando desde los años noventa, crisis conceptual y profesional (Pastor Pradillo, 1992), que se diga que es mundial (Conferencia de Montreal, 2002), o más recientemente se califique de crisis silenciosa (Gracia Díaz, 2007).
Que se exponga que existe crisis en el concepto del área me parece exagerado, más bien habría que decir que puede darse cierta desorientación. Porque el concepto del área nunca ha estado tan diversificado, tan enriquecido y tan propagado como lo puede estar actualmente. En la Educación Física actual cabe casi de todo, psicomotricidad, ritmo, deportes, juegos, juegos y deportes alternativos, salud, expresión corporal, condición física,…