sábado, 25 de junio de 2011

EVALUAR, ¡DIFICIL TAREA!

Una vez más, no he podido resistirme a comentar un gran post de D. Miguel Ángel Santos Guerra, que titulaba "Evaluar con el corazón" y que publicaba en su blog "El Adarve". Podéis acceder al mismo con los enlaces que os acabo de marcar y os dejo mi comentario. Seguro que a vosotros también se os ocurrirán muchas otras cosas. Pues expresadlas...

"Estamos en tiempos de evaluación, y como siempre, nos centramos en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos. Diagnosticamos, predecimos, valoramos, tasamos, medimos, juzgamos y sentenciamos. Nos convertimos en abogados, fiscales, peritos y jueces. Difícil tarea,...

Sin embargo, cuando tratamos de evaluar el proceso de enseñanza, intentamos pasar rápido y a hurtadillas. Ahora el que está en el banquillo de los acusados es el profesor/a, y eso no gusta.

Es cierto, es más fácil echar balones fuera, derivar nuestra responsabilidad a otros, generalmente a las familias y a los propios alumnos, bueno..., y a la administración, porque no nos dota de los recursos materiales y personales imprescindibles para llevara cabo nuestra enseñanza en las mejores condiciones.

Y, posiblemente, todo eso sea cierto en mayor o menor medida,  según las circunstancias de cada uno. Pero, como bien apunta usted, también habrá que poner en tela de juicio nuestra intervención educativa, porque perfectos no seremos, algún fallo deberemos tener...

Y por último, tras más de 21 años de evaluador, cada vez me resulta más complicado ejercer de abogado, fiscal, perito y juez. ¡Qué difícil es diagnosticar, valorar, tasar, medir, orientar, investigar, predecir, juzgar, sentenciar...! ¡Qué difícil es encontrar los indicadores, ítems, calificativos,instrumentos, procedimientos... apropiados para valorar lo que realmente quieres valorar. ¡Qué difícil es conjugar una mezcla de sentimientos propios y ajenos a la hora de evaluar!. ¡Qué difícil es ser justo y dar a cada uno lo que se merece!. ¡Qué difícil es ser profesor/a!...

La evalaución es el principio y final de todo un proceso, sin nos replanteamos la complejidad de la misma, a su vez, estaremos replanteándonos todos los pasos de la secuencia de ese proceso: una selección de objetivos y contenidos adaptados a las características del alumno y su entorno; la determinación de las competencias básicas que se han de conseguir, el uso de métodos, estrategias didácticas y secuencias de aprendizaje que se muestren más eficaces para todos y cada uno de nuestros alumnos; el diseño de tareas que desarrollen los objetivos, competencias y contenidos planificados; la selección de los recursos más idóneos;...

Sin duda, ¡Difícil tarea!... Y me pregunto: ¿la formación inicial y continua del profesor/a da respuesta a esta realidad tan compleja? ¿El proceso de selección del profesorado es el más idóneo para buscar personas que desempeñen con eficacia esta labor tan difícil?...

Replantearse estas cuestiones es, sin duda, un proceso de análisis y valoración del proceso de enseñanza.

Cuantas más ramas vayamos quitando en nuestro camino, seguro, que irán apareciendo muchas otras, pero lo que no podemos hacer, es detenernos, porque mejor es avanzar con dificultad que permanecer inmóvil, nos convertiremos en piedras..."

1 comentario:

TODORRECURSOS dijo...

Sinceramente, la honestidad y franqueza de sus palabras es digno de admiración, muchas veces se nos olvida que detrás de quien evalúa hay un ser humano, con sus virtudes y defectos,con sus sentimientos y con sus dilemas, que no son robots y que en innumerables ocasiones tienen que tomar decisiones difíciles y que cada día es mas complicado educar a un alumno.
Muchas gracias por sus palabras.