sábado, 5 de mayo de 2012

LA SELECCIÓN DEL MATERIAL PARA LAS SESIONES DE EDUCACIÓN FÍSICA

Galera (1996) enumeró una serie de criterios a la hora de seleccionar el material en el área de Educación Física, entre ellos destaco los siguientes: polivalencia, manejabilidad, adaptabilidad y seguridad. Los otros criterios a los que hacía referencia este autor también hay que tenerlos en cuenta, aunque, desde mi punto de vista, no son tan trascendentales como los cuatro que he destacado.

Efectivamente, el material ha de ser polivalente, es decir, que se pueda utilizar en múltiples tareas. Un recurso específico suele reducir sus posibilidades de uso. ¡Cuántas actividades permiten diseñar unos conos, unas pelotas de goma, unos aros,...!

Igualmente, nuestros recursos han de ser fácilmente manejables por los alumnos, de lo contrario será muy complicado lograr los objetivos que se persiguen. Por ejemplo, ¿cómo es posible que un alumno aprenda a realizar un lanzamiento de balonmano si el balón que utiliza no puede ser sujetado por la mano? Lo sufrí de alumno, y ya han pasado muchas primaveras..., pero lo realmente lamentable es que aún se siga observando esta situación en la actualidad. Ya me gustaría que vieran cómo mis alumnos de primaria lanzan con coordinación, precisión y fuerza un simple balón de goma en distintas situaciones de ataque... Pero es que, además, este mismo balón lo utilizo en la iniciación al fútbol-sala.


Seguro que si un material cumple con el requisito de manejabilidad en gran medida estará adaptado a las características del alumno, tanto en peso, tamaño, textura, volumen,... La adaptación es un principio pedagógico fundamental no sólo en nuestra área sino en cualquier ámbito educativo. Según este criterio y principio es aconsejable, por ejemplo, que las canastas de baloncesto estén a una altura adecuada con el fin de que un alumno, especialmente en primaria, pueda encestar con facilidad. Pero, por otra parte, de qué nos vale que las canastas estén a una altura prudencial si después se utilizan balones reglamentarios con un peso y volumen que los niños no pueden manejar. A canastas adaptadas le corresponden igualmente balones adaptados, en este caso de minibasket.

Un material manejable y adaptado debe conducir a un material seguro, es decir, que evite accidentes. Un balón de fútbol-sala en los pies de algunos niños son auténticos proyectiles para los demás, es por ello que, como he mencionado anteriormente, utilice balones de goma para la iniciación de este deporte. O bien, siguiendo con el ejemplo del baloncesto, ya me dirán la cantidad de esguinces en los dedos de las manos que se producen al realizar pases con balones de baloncesto de tamaño reglamentario... Siempre digo que si la Educación Física busca la salud del individuo, habrá que evitar todo aquello que pueda ponerla en riesgo.

Como podemos comprobar polivalencia, manejabilidad, adaptabilidad y seguridad están intrínsecamente relacionadas. Si se cumple con uno de estos criterios posiblemente estemos respetando los otros. Pues entonces, ¿por qué a algunos colegas les resulta tan complicado seleccionar adecuadamente su material?

Afortunadamente se va observando, cada vez más, cómo estos criterios se van siguiendo a la hora de seleccionar el material por el profesorado de Educación Física, pero aún sigue habiendo algunos de "piñón fijo" a los que les cuesta cambiar sus costumbres.

Antes, la oferta de material de Educación Física era muy reducida y se circunscribía casi en exclusiva al deportivo, por consiguiente se trataba de un material excesivamente específico. Pero esta situación ha cambiado sustancialmente, existen múltiples empresas que ofertan una gran variedad de material que cumplen con estos criterios, luego no hay excusas posibles. 

Los que hemos asistido a foros de reunión del profesorado de nuestra área hemos escuchado las repetidas lamentaciones del gremio referidas a la escasez de recursos para impartir el área. Realmente eso sucedía en la mayoría de los centros educativos, especialmente en los de primaria. Pero ésto ha ido cambiado, los centros han destinado más recursos económicos a nuestra área, quizás el problema es que en algunos lugares se han empleado de forma inadecuada. En ocasiones algunos colegas han comprado materiales muy costosos y poco polivalentes, generalmente asociados al material deportivo reglamentario. Otros, quizás hayan invertido sus presupuestos en material muy novedoso, pero igualmente caro y con reducidas posibilidades de uso.

Desde mi punto de vista, la prioridad en la selección de recursos es la adquisición de un material lo más polivalente posible y ello no conlleva un alto coste. Una vez se ha logrado este objetivo, se irá completando con otro tipo de material con menos posibilidades, pero manteniendo la adaptación, la manejabilidad y la seguridad del producto.

La experiencia me demuestra que cuando el docente de Educación Física realiza un trabajo con rigor y cuida y hace cuidar el material a sus alumnos, dispone de presupuesto por parte del centro, es difícil para un Equipo Directivo negárselo, y como no pierde o se rompe el material, el fondo de recursos va aumentando progresivamente. Si además se asegura la continuidad del profesorado en el mismo centro "la cosa pinta mejor". Después de un largo periplo por el centro en el que me encuentro actualmente así lo he demostrado.

Otra cosa muy distinta es cuando el docente de Educación Física es el primero que no se toma  con seriedad el área, entonces suele ocurrir que el resto del Claustro, y sobre todo la dirección  del Centro, "pase olímpicamente" de él. Y cuando no se presta atención por el material, tanto en su uso como en su recogida, se pierde o se deteriora con gran facilidad.

Finalmente, quiero concluir recordando que cuando carecemos de materiales deberemos echar mano de otros recursos alternativos, por ejemplo, los que nos ofrece el medio o los de elaboración propia, ya sean creados por el profesor o por los alumnos, pero sobre todo, no olvidemos de las grandes posibilidades que nos ofrece el propio cuerpo y el de los demás.

El material no lo es todo, pero si es un elemento muy importante dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje. Su selección y utilización adecuada, sin duda alguna, favorecerá dicho proceso.

Juan Carlos Muñoz Díaz
Editorial del nº 16 de la revista "EmásF"

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