domingo, 18 de mayo de 2014

EDUCACIÓN FÍSICA Y LAS EMOCIONES

En la actualidad está muy en boga la educación emocional y cómo las emociones se integran dentro de las inteligencias múltiples: inteligencia intrapersonal (capacidad para entender la propia vida interior con el fin de desenvolverse en la vida) e inteligencia interpersonal (capacidad de entender y relacionarse con otras personas).

Algunos pedagogos de reconocido prestigio hablan de la competencia emocional y la definen como "la capacidad para  movilizar adecuadamente un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para realizar actividades diversas con un cierto nivel de calidad y eficacia " (Bisquerra y Pérez, 2007).

En Educación Física también se habla de emociones, ¡cómo no!  En nuestra área se pueden plantear múltiples situaciones de aprendizaje donde los alumnos interactúen consigo mismo y con los demás. Lo afectivo y lo social están íntimamente unidos a la EF.


El desarrollo de habilidades y destrezas motrices supone poner a prueba la autoestima  y la autonomía personal, es decir, con lo afectivo, pero el desarrollo de estas habilidades y destrezas motrices se han de poner en práctica con los demás, entonces entraremos en el desarrollo de lo social. Individualidad y sociabilidad deben ser desarrolladas en nuestras sesiones desde un punto de vista intencional. No podemos dejarlo al azar o a la improvisación.

Dentro de lo afectivo nos encontramos con conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes como: toma de conciencia de las propias emociones, regulación de las emociones y sentimientos, autoestima, automotivación, autoeficacia emocional (la percepción de que se es eficaz en las relaciones sociales y personales gracias a las competencias emocionales), responsabilidad, actitud positiva, análisis crítico de las normas sociales, resiliencia (capacidad que tiene una persona para enfrentarse con éxito a unas condiciones de vida sumamente adversas), habilidad para afrontar retos, la toma de decisiones, analizar posibilidades y limitaciones propias, evaluar riesgos, autosuperación, esfuerzo y perseverancia,...


En las relaciones interpersonales, en lo social, son también múltiples los conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes que se pueden desarrollar: saber escuchar, pedir disculpas, aguardar el turno, el altruismo, la confianza en los demás, el respeto al otro, compartir propósitos, prestar y aceptar la colaboración, la solidaridad, la igualdad, el diálogo y la comunicación, el conocimiento y respeto de las normas de convivencia, la resolución de conflictos, la deportividad (saber ganar y perder), valorar y respetar las posibilidades y limitaciones de los demás, la negociación, el acuerdo, la inducción o regulación de las emociones de los demás...

Indiscutiblemente no hay otra área curricular como la Educación Física que pueda propiciar el desarrollo de tantos elementos intra e interpersonales. Pero para ello, como decía, hay que diseñar situaciones apropiadas. Una EF tradicional, basada en la eficiencia puramente física y motriz posiblemente limite el desarrollo de estas inteligencias. Más aún una EF sin planificación alguna basada en la improvisación y en el moverse sin ton ni son.

Una EF que trate de desarrollar estas inteligencias debe planificar variadas unidades didácticas que fomenten tanto lo individual y lo social. Es decir, que abogue por la colaboración, que plantee también situaciones competitivas de colaboración-oposición, que potencie la expresión corporal y el ritmo, que tenga al juego como motor de aprendizaje, que fomente el contacto con el medio natural, que favorezca la práctica de deportes individuales y colectivos, que cultive la educación multicultural, que incida en una motricidad favorecedora de la salud física y mental, que integre elementos del patrimonio del entorno, que esté abierta a la incorporación de nuevas posibilidades de acción y relación,... Múltiples contenidos seleccionados en función de los conocimientos, capacidades, habilidades, actitudes emocionales que se pretendan lograr. 

Hay que tener cuidado para no irse al otro extremo, llevar a cabo una Educación Física exclusivamente emocional, es decir, la motricidad pasa a un plano secundario. Emoción sin motricidad o motricidad sin emoción carecen de significatividad para el alumno. Por ello la motricidad y la emoción han de estar íntimamente relacionadas dentro del currículo de Educación Física si queremos que nuestra área sea realmente formativa. 

Estamos hartos de oír entre las familias de nuestros alumnos, entre nuestros propios colegas y, muchas ocasiones entre nosotros mismos, que la EF es una maría o una materia no instrumental. El respeto y la importancia del área no se logra dando teoría o tratando de hacerla lo más objetiva posible, sino desarrollando las inteligencias que el resto de asignaturas del currículo no pueden trabajar. A mi juicio, el desarrollo afectivo-social, en una sociedad tan compleja como la actual, ha de ser tenido en cuenta como un aprendizaje instrumental.

3 comentarios:

estebandelashg dijo...

Sin lugar a dudas, las emociones juegan un papel fundamental en nuestras clases de Educación Física. Y saber controlar esas emociones, es primordial, pero para ello tienes que enseñar al alumnado, no viene de fábrica, tienes que plantear situaciones y dinámicas donde se trabaje dicho control, fundamentalmente de las emociones negativas (celos, ira, rabia, tristeza). las cuales resultan perjudiciales para nuestra salud , dañan nuestras relaciones con los demás y son las causantes de la mayoría de los conflictos no sólo en nuestras clases, sino en la vida. Por ello nuestra área debe de considerarse muy importante en la formación de nuestro alumnado, puesto que es la única que lleva asociada a sus contenidos el desarrollo de este tipo de inteligencia emocional, a razón de, la relación con uno mismo y con los demás, como muy bien dice Juan Carlos en su post, y es la única asignatura de todas las que se ofertan que puede presumir de ello.
Siempre aportando reflexiones acertadas Juan Carlos. Gracias, los demás aprendemos de tí.

Postdata: en la palabra resilencia, te has comido una letra sin querer, es resiliencia.

Un abrazo Juan Carlos.

Juan Carlos Muñoz Díaz dijo...

Gracias Esteban, siempre con ganas de aprender. Y cuanto más sabe uno más nos damos cuenta de todo lo que ignoramos.

Gracias por la advertencia, ya está corregida. Me pilló en un momento de hambre.... A veces las ideas van más rápidas que el teclado.

Silvina dijo...

Anhelo un centro educativo, en el que todo el profesorado no olvide la importancia que tienen las emociones dentro de su programación!
gracias por tu pensamiento tan "emocional"
Saludos!