Como de costumbre, con los cambios políticos se producen reformas educativas. No ha terminado de calar e implantarse en la realidad escolar una ley cuando aparece otra. Porque una cosa es regular, establecer legalmente, y otra muy distinta es que su ideario o filosofía se llegue a plasmar en la escuela. Ese proceso tarda años. Años son los que se necesitan para que el profesorado se adapte a las novedades, años de formación contínua, años de experimentación en las aulas... Y cuando empieza a dominarlas y a llevarlas a la práctica, se modifican...
Entre la Ley General de Educación (1970) y la LOGSE (1990) transcurrieron 20 años, entre la LOGSE y la LOCE (2002, no llegó a implantarse) 12 años, entre LOCE y LOE (2006) 4 años, y finalmente entre la LOE y la LOMCE (2014) 8 años. ¿Cuánto tiempo se necesita para poder valorar con objetividad si una ley
educativa es realmente adecuada, productiva y positiva? Supongo que
muchos más...
Con la LOMCE el caos legal es manifiesto. Porque en realidad la LOMCE no deroga en su totalidad a la LOE, sino que la modifica, bien introduciendo nuevos artículos, eliminando otros o reformando los existentes. Por ello existe un texto refundido de ambas leyes, que no sé si llamar LOEMCE, LOMCELOE, LOELOMCE,... Además ambas normas mantienen algunos artículos de la LODE (1985). ¿Tanto trabajo cuesta derogar todo lo anterior y dejar una sóla norma de referencia? Sólo se trata de copia y pega. Si a los actuales dirigentes les agradan algunas disposiciones establecidas en la LOE sólo tenían que copiarlas e introducirlas en su ley.